jueves, 4 de septiembre de 2008

INTERVENCION DE LA DIPUTADA ADRIANA PUIGGROS- SESIÓN PLENARIA HCDN- RESCATE AEROLINEAS ARGENTINAS

Sesión Plenaria de la Honorable Cámara de Diputados de la Nación Argentina (HCDN)
Período 126 - Reunión 19º, Sesión Ordinaria (Especial) - 21 de agosto de 2008.
(Extracto de la versión taquigráfica)

Sra. Puiggrós.- Señor presidente: adelanto mi voto afirmativo para el dictamen de mayoría porque yo no camino hacia ese lugar del fin del mundo, como acaba de citar el diputado preopinante. Esa idea de que se camina hacia el fin del mundo en realidad es la que surge de ese ojo neoliberal acostumbrado sobre todo a controlar que se disloquen los sistemas.
Cada tanto es bueno recordar que el pensamiento y las políticas neoliberales no se han acabado, y casi podríamos hablar de un neoliberalismo de tercera generación. Así como hubo uno de primera generación, el de Thatcher, y otro de segunda, de Bush, podemos decir que hay una especie de neoliberalismo de tercera generación, que no sé si será argentino, que es el que trata los problemas focalizados. En este caso particular analiza la problemática de Aerolíneas Argentinas desde una mirada de un empresario neoliberal. Para aquel que tiene la filosofía del fin del mundo, naturalmente lo que hay que hacer es ir a la quiebra. Pero también hay que ir a la quiebra de las escuelas, de los hospitales y del conjunto de los sistemas que constituyen el Estado nacional.
Entonces, desde esa perspectiva, hay que deshacerse de nuestra aerolínea de bandera y entonces sí decir de una manera bastante etérea “vamos a fundar una empresa”. A quienes sostienen esto les preguntaría cuáles son las bases sólidas para la fundación de esa supuesta empresa. No voy a repetir lo que ya expresaron los diputados preopinantes de mi bloque y de las otras bancadas que acompañan este dictamen en el sentido de lo que esto significa para los trabajadores, para los clientes, etcétera.
Quiero referirme específicamente a algunas otras cuestiones. Por ejemplo, quiero decir que quienes miran de manera focalizada a Aerolíneas Argentinas y no la consideran como un elemento de ese sistema de transportes de la Argentina que fue destruido o desarticulado en la década del 90 no están analizando para nada una política nacional. No entienden que un país de menos de 40 millones de habitantes y ocupa el octavo lugar en el mundo en materia de territorio, con la potencialidad de la Argentina, con una población dispersa y que tiende al desarraigo, necesita como condición fundamental un muy buen sistema de transporte.
No tengo tiempo ahora para buscar las palabras de Sarmiento, que a fines del siglo XIX peleaba por un gran sistema de transporte nacional. Cito a Sarmiento muy caro al pensamiento de muchos, si no de casi todos los que están acá porque él miraba para adelante y decía que el Estado nacional tiene que invertir en el sistema de transporte.
Si vemos las cosas bien, vamos a entender que el gobierno argentino no está tratando el tema de Aerolíneas Argentinas aisladamente sino como parte de una política, y voy a explicar por qué digo esto. Recodemos, por ejemplo, los casos de los astilleros. En el caso de Tandanor hubo una lucha importante de los trabajadores para que el Estado rescatara a la empresa, y lo hizo. El astillero Domecq García, que fue rescatado, ahora está recuperando el submarino San Juan. ¿Qué se está construyendo allí? Un gran polo de producción para la marina mercante, para la Armada, que da trabajo a muchísima gente. Otro ejemplo es el de los astilleros de Río Santiago: en el conjunto de los astilleros hay 23 mil trabajadores que están siendo formados, educados y capacitados. Esos astilleros, que son de la provincia de Buenos Aires, también fueron recuperados y tienen posibilidades de convertirse en un astillero nacional.
¿Recuerdan la fábrica de Pulqui en la provincia de Córdoba durante el gobierno de Perón? La fábrica donde nació el Pulqui fue entregada a Lockheed Martin, que fabrica el Pampa, durante las políticas neoliberales de los años 90. ¿Cómo puede Lockheed Martin fabricar el Pampa?
El gobierno nacional ha emprendido una política por la cual está recuperando la fábrica de aviones. Ya se ha hecho el convenio con Lockheed Martin y están en marcha convenios muy importantes para la fabricación de aviones con Embraer, de Brasil, y con Chile.
Queremos que la Argentina fabrique aviones. Esas son empresas del Estado que funcionan. Ocurre que cuando se manda a la quiebra a Aerolíneas Argentinas se parte de una idea que no se dice pero que existe, que es que las empresas del Estado nunca funcionan. Doy el ejemplo del INVAP, sobre lo que no me puedo extender por falta de tiempo aunque podría hablar mucho sobre ello. Le vendimos el reactor a Australia, ganando un concurso frente a otros países muy importantes.
Hemos invertido en formación de pilotos por parte de las Fuerzas Armadas y el Ministerio de Defensa en forma conjunta, concurriendo también Gendarmería, Prefectura y Policía.
Por su parte, la Universidad de Buenos Aires tiene la carrera de ingeniería naval en la Facultad de Ingeniería; allí cuentan con el simulador naval más importante del país. Las universidades de La Plata, la de Córdoba y la Tecnológica Nacional tienen carreras de Ingeniería Aeronáutica. Los gremios también forman gente.
Entonces, durante muchos años ha habido una acción del Estado nacional a través de diversos organismos públicos nacionales y de un sistema de formación por el cual tenemos la excelentísima capacitación de nuestros pilotos, técnicos y el conjunto del personal de Aerolíneas Argentinas.
Por eso en rigor nosotros también –subrayo el “también” porque suma y le doy mucha importancia- estamos haciendo una operación de rescate de un capital simbólico incalculable. Rescatemos ese capital simbólico.
No tomemos el rescate de Aerolíneas Argentinas como un regalo indeseado sino como un proyecto en el marco de una planificación que significa recuperar el sistema de transportes de la Argentina. De no ser así, la única forma de comunicación entre los argentinos será a través de un gran ojo, el del panóptico, el de la televisión. Los argentinos nos comunicaremos de una punta a la otra del país porque habrá un emisor que desde la televisión se comunicará con el conjunto.
Necesitamos recuperar nuestra línea de bandera. Estamos a favor de que la Argentina tenga una población integrada, activa, y de que se recuperen las economías regionales.
Necesitamos que se reconstruya el sistema de transportes, en ese marco en especial el del transporte aéreo, y como pilar para ello se requiere recuperar Aerolíneas Argentinas.
Voto a favor del dictamen de mayoría porque de acuerdo con su texto este Congreso de la Nación tiene la última palabra. Entonces, hagámoslo ya: recuperemos Aerolíneas Argentinas. (Aplausos en las bancas y en las galerías.)

La versión taquigráfica completa de esta sesión puede consultarse en http://www.diputados.gov.ar/

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