domingo, 7 de septiembre de 2008

AEROLINEAS ARGENTINAS: "NECESITAMOS RECUPERAR NUESTRA LINEA DE BANDERA"


Por Adriana Puiggrós *

Cada tanto es bueno recordar que el pensamiento y las políticas neoliberales no se han acabado, así como algunas de las operaciones políticas que se designan con el término “neoliberales”. Una potente operación es la desarticulación de los sistemas que crecieron mediante las políticas neokeynesianas, nacionalistas populares e incluso desarrollistas. Destartalar para obtener réditos privados los sistemas de educación, de salud, previsional y de transportes fue la tarea del primer neoliberalismo, el que se denominó “de primera generación”. Hubo un segundo, que destinó fondos estatales para paliar insostenibles dramas sociales que ese injusto modelo de acumulación provoca. Pero no nos equivoquemos: se trató de programas estrictamente focalizados en grupos y “disfunciones” y de ninguna manera una política que tuviera como centro el interés general o, menos aún, la inclusión del Pueblo empobrecido. Y hay un neoliberalismo de tercera generación, que renueva la focalización, en tanto sigue asaltando al Estado de maneras diversas. Un ejemplo de ello es el razonamiento lógico para el empresario neoliberal, que quiere declarar en quiebra nuestra aerolínea de bandera e invitar a los empresarios amigos a fundar una nueva compañía. Claro que siguiendo ese mismo razonamiento también las escuelas, los hospitales y por supuesto todas las empresas estatales deberían ir a la quiebra.
Pero si en lugar de ver Aerolíneas Argentinas (AA) como un “caso” (o como un caso a tal escuela tal, o tal empresa) entendemos que se trata de una pieza suelta del destruido sistema de transportes, aparecen ante nosotros elementos ausentes en el análisis neoliberal: los derechos de los ciudadanos, la necesidad de garantizar el transporte interior (y exterior) y hasta la cuestión nacional. Un país de menos de 40 millones de habitantes, que ocupa el octavo lugar en el mundo en materia de territorio, con una población dispersa y que tiende al desarraigo, necesita como condición fundamental un muy buen sistema de transporte.
El Gobierno argentino no trata el tema de recuperación de AA aisladamente, sino que lo hace como parte de un proyecto de Estado. Cabe mencionar, por ejemplo, el esfuerzo puesto en los astilleros, en el polo de producción para la marina mercante y para la Armada, que da trabajo a muchísima gente, basado en Tandanor, donde hubo una lucha importante de los trabajadores para que el Estado rescatara a la empresa, y lo hizo, y en el astillero Domecq García. Este también fue rescatado y ahora está recuperando el submarino San Juan. Y agreguemos Río Santiago, el polo de la Provincia de Buenos Aires, en el cual están siendo capacitados 2300 trabajadores. Estas son empresas del Estado que funcionan.
El Gobierno está poniendo el esfuerzo en un polo de desarrollo aéreo. La fábrica de aviones de Córdoba, aquella donde se fabricaba el Pulqui en la época de Perón, que fue entregada a la Locked Martin durante el menemismo, ahora vuelve al Estado y pronto exportará el Pampa. Para comenzar, lo hará el Estado argentino en convenio con la brasileña Embraer y con el gobierno de Chile. Ocurre que aquellos que quieren mandar a la quiebra a AA parten de un preconcepto, que es que las empresas del Estado nunca funcionan. Basta con ver al INVAP para comprobar que no es así: esa empresa estatal desarrolló y vendió un reactor a Australia, ganando el concurso internacional.
Al rescatar AA, estamos haciendo una operación de rescate de un capital simbólico incalculable. El país ha invertido en formación de ingenieros aeronáuticos, técnicos y pilotos en sus universidades, en los Institutos de las Fuerzas Armadas y en la escuela conjunta de las tres FFAA, bajo la dirección política del Ministerio de Defensa. También los gremios del sector capacitan personal. Pero en una reciente reunión de consulta sobre la Ley de Educación Superior realizada en por la comisión de Educación de la HCDN, representantes de aquellas fuerzas expresaban su preocupación por el derrame de personal capacitado durante décadas por el Estado, hacia aerolíneas privadas.
No hay que tomar el rescate de Aerolíneas Argentinas como un regalo indeseado, sino como un proyecto en el marco de una planificación que significa recuperar el sistema de transportes de la Argentina, en dirección a reconectar las economías regionales, combatir el desarraigo e integrar a la población. Una política focalizada exclusivamente en el rédito empresarial, que no admita la necesidad de servicios públicos, lleva a la dispersión y pérdida de identidad de una población que sólo se conectaría a través de la pantalla de un gran y único emisor. Por eso necesitamos nuestra línea de bandera.


*Presidenta de la comisión de Educación de la HCDN
Fuente: diario Diagonales. Martes 2 de agosto de 2008.

1 comentario:

luisiño dijo...

Originarios piden educación universitaria de acuerdo a la ley 26206 de educación y 23302 en sus jurisdicciones
La inclusión en el sistema educativo es un mandato central de la sociedad y un deber del Estado. Así la Constitución Nacional otorga a los ciudadanos el derecho a la educación. Y la Educación Superior al igual que el conjunto de la educación Argentina debe ser considerada como un derecho y que es el estado el responsable de garantizar su cumplimiento y es un bien social y no un bien de mercado
No hay democracia si no se respetan todas las leyes.
ORIGINARIOS PIDEN EDUCACION UNIVERSITARIA- Promover Juicio político al Ministro de Educación de la Nación, Alberto Sileoni por no responder el petitorio de fecha 23/06/12 y producir consecuencias de analfabetismo, y daños irreparables al momento. Según art. 53 y concordantes de la Constitución Nacional